Cómo combatir el desorden en las habitaciones de los adolescentes

El desorden que reina en su cuarto (que es su mundo, al que no tienen acceso los adultos) es el reflejo de este proceso de cambio que sufre por efecto natural del desarrollo psicosocial. Los padres tiene que comprender  este proceso y tener paciencia porque el hijo adolescente necesita tiempo poner orden en su mundo interno.
Luego, lo reflejará en el mundo que lo rodea, en especial, su habitación que pasa a ser una extensión de sí mismo.

Un buen consejo. Es mejor que el adolescente sea el responsable de ordenar su habitación, ya que las cosas que valora el joven no son las mismas que para los padres. Hay que dar al hijo la responsabilidad de limpiar su cuarto y buscar que la cumpla con su obligación, entendiendo que esa limpieza es una forma de mantener a salvo sus  tesoros. Los padres tienen el derecho y la responsabilidad de establecer reglas con respecto a su casa y otras posesiones. Las elecciones de un adolescente pueden ser toleradas dentro de su propia habitación, pero no deben ser impuestas al resto de la casa.
Recibir amigos en la habitación

La habitación es el espacio privado del adolescente y le debe dar el derecho de recibir a sus amigos, con cierta autonomía. Es importante que los padres le den un lugar a esos amigos, incorporándolos a la dinámica familiar. Pero los adolescentes  no deben hacer de su habitación un  bunker donde van a encerrarse con sus amigos.

Es fundamental que los padres reconozcan que los hijos adolescentes están en una etapa en que tienen intereses diferentes a los que tenían cuando eran niños. Los padres deben comprender que la introspección que se da en el adolescente es una actitud natural que pasamos  todos. La introspección sirve al adolescente para que pueda centrar la atención en su interior, para analizarse y tratar de comprender los grandes cambios que está sufriendo.